La sobrecarga de entreno, la técnica inadecuada o la alteración del movimiento producen las lesiones más frecuentes entre los corredores. Hoy en nuestro blog te contamos cuáles son las principales lesiones que sufren los runners y te damos unos consejos básicos para su prevención.

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Las lesiones más frecuentes entre corredores

A continuación os explicamos cuáles son las dolencias más recurrentes en el running según su localización:

En la rodilla

Una de las principales lesiones en la rodilla es la que se presenta en la cara anterior. Se trata de un dolor que notamos al agacharnos, subir escaleras o tramos elevados.

Otra de las molestias la encontramos en la parte lateral. Es la conocida tendinitis del corredor que se manifiesta mientras corremos y nos hace detenernos durante el trayecto.

Y, por último, otra de las las lesiones la podemos notar en la parte interna de la rodilla. Es la que conocemos también como tendinitis de pata de ganso. Una dolencia que nos provoca dolor al bajar peldaños y cuestas o, incluso, si estamos en reposo.

En la pelvis

En esta zona los corredores pueden sufrir el síndrome piramidal, un dolor que se centra en los glúteos y que alcanza parte del muslo posterior. Este tipo de lesión se produce con la ejecución de zancadas amplias y, también, debido a los impactos por las irregularidades del terreno o el ritmo de entreno.

En el tobillo

En esta parte, la lesión que se puede presentar es la tendinopatía aquílea. Se trata de un dolor que notaremos al iniciar el entrenamiento y que, al estar en frío, sentiremos que se incrementa.

En el pie

La fascitis plantar es una de las lesiones más frecuentes que padecen los runners en el pie. Es una dolencia que se produce cuando la banda gruesa de las fibras que recubren la planta del pie se inflama. Notaremos el dolor en el talón, especialmente, al levantarnos y hacer actividad.

Consejos para prevenir las lesiones

Evitar sufrir estas dolencias es posible. Por ello os queremos dar algunos tips para hacer un buen trabajo preventivo:

  • Realiza estiramientos antes y después de cada entreno: pon especial hincapié en estirar tanto las piernas como la espalda.
  • Utiliza un calzado con la amortiguación adecuada. En función del terreno, el peso y de los kilómetros que suelas hacer elige las deportivas más indicadas.
  • Haz un reconocimiento médico-deportivo previo a la actividad para saber cuáles son tus fortalezas y factores de riesgo.
  • Mide tus tiempos de práctica deportiva: si estás en periodo de iniciación no sobrepases los 30 minutos de ejercicio o, de lo contrario, si estás preparado para distancias más largas utiliza los 20 primeros minutos para hacer un buen calentamiento.
  • Ejecuta zancadas más cortas y consigue un menor impacto.
  • Adapta el entreno a tu forma física: no tengas prisa ni quieras ser competitivo en exceso. Sé constante y valora tus progresos.