Seguramente sabrás que beber agua antes, durante y después de hacer ejercicio es muy importante. Sin embargo, debes tener en cuenta que no siempre es bueno beber mucha cantidad mientras realizas alguna actividad física. Aunque no lo creas, la forma en que te hidratas puede afectar tu efectividad en tu entrenamiento. Así que, para entender mejor cómo hacerlo, sigue leyendo, te lo contamos a continuación. O, aprende mejor del tema con nuestro Máster en Personal Trainer.

Importancia de beber agua durante el ejercicio

Ciertamente, si no bebemos la cantidad de agua adecuada, el entrenamiento no podrá tener los efectos que se buscan. Por ejemplo, si el cuerpo está deshidratado puede sufrir calambres, lesiones, agotamiento y bajo rendimiento muscular. No obstante, beber agua demasiado rápido puede provocar náuseas y dolor en el costado.

En verdad, la correcta hidratación en tu entrenamiento dependerá de lo que hagas y bebas con anterioridad. Nosotros te recomendamos empezar tu ejercicio bien hidratado y tomar pequeños tragos de agua durante tus descansos. Así, los expertos dicen que entre una o dos horas antes del entrenamiento lo mejor es beber unos 400 ml de agua. Y, unos 15 minutos antes de comenzar, deberás beber unos 200 ml.

Beber muchas veces en menor cantidad

La idea de beber muchas veces agua pero en menor cantidad, dependerá de cada persona. La recomendación principal es que mientras entrenes, bebas agua en pequeños sorbos muchas veces. Si lo haces al revés, es muy probable que tengas varias dificultades al momento de realizar tu actividad. Esto es así porque tu estómago se inflama y es cuando surgen los mareos. En consecuencia, se verá afectado tu rendimiento.

¿Cuál es la cantidad de agua ideal para un entrenamiento?

Como ya hemos mencionado, la cantidad de agua a beber dependerá del peso de cada persona, del tipo de ejercicio que realice y de la temperatura ambiental. Sin embargo, en promedio, la cantidad ideal suele ser sobre los 250 y 500 ml, durante unos 45 minutos de actividad.

Generalmente, si realizas un entrenamiento cardiovascular, necesitarás beber más agua. También, cuando la temperatura y la humedad del ambiente sea mayor, ya que hay más riesgo de deshidratación. En cuanto a la frecuencia, lo más recomendable es hacerlo cada 15 minutos. Aunque también puedes aprovechar los descansos que hagas durante tu actividad para beber agua en pequeñas cantidades.

Así que ya sabes, además de que mantiene tu cuerpo en buen estado, tomar agua adecuadamente te ayudará a rendir más en el ejercicio. Igualmente, para andar sobre seguro, escoge beber agua con sales minerales. Ya sea una bebida preparada para deportistas o una casera con agua o té, limón, sal marina, bicarbonato y miel, por ejemplo.