Hay rutinas y ejercicios que te permiten fortalecer el cuerpo de diferente manera. Cada uno de ellos puede trabajar ciertas partes del cuerpo realizando diversos movimientos para obtener resultados concretos. En el artículo de hoy, te contamos sobre el entrenamiento funcional, una serie de ejercicios que te preparan para realizar más fácilmente las acciones cotidianas. ¿Quieres saber más del tema? Sigue leyendo o consulta nuestro Máster en Monitor de Alto Rendimiento.

¿Cuál es el entrenamiento funcional?

Esta clase de entrenamiento es uno de los tipos de ejercicios físicos que permiten desarrollar los músculos para prepararlos para hacer tareas diarias más fácilmente. También, ayudan a prevenir lesiones simulando los movimientos que sueles hacer en casa, el trabajo o en algún deporte.

Por ejemplo, una sentadilla es un ejercicio funcional porque trabaja los músculos que usas cuando te levantas de una silla o cuando elevas objetos del suelo. Al entrenar tus músculos para que trabajen de la forma en que lo hacen en las tareas diarias, preparas al cuerpo para que funcione bien en todo momento.

Los ejercicios de entrenamiento funcional se pueden hacer en casa o en el gimnasio. Puedes usar bandas de resistencia o mancuernas o hacer movimientos utilizando tu propio peso, como flexiones de brazos, abdominales, planchas y sentadillas.

¿Cómo hacer una rutina de entrenamiento funcional?

Los movimientos físicos integrales que se realizan en las actividades como pilates y yoga implican diversas combinaciones de entrenamiento de resistencia y flexibilidad. Estos pueden ayudar a desarrollar un estado físico funcional.

A continuación, te mostramos algunos ejemplos de movimientos específicos de entrenamiento funcional en los que se trabajan múltiples articulaciones y músculos.

Paseo del oso

Al sincronizar las acciones de las extremidades opuestas puede tener un efecto positivo en la función neuromuscular, el equilibrio, la coordinación y la movilidad. En verdad, el paseo del oso puede ayudarte a moverte con más fuerza y eficiencia en todo lo que haces diariamente.

Para hacerlo debe colocarte en cuatro patas con los brazos rectos, las manos por debajo de los hombros y las rodillas dobladas en 90 grados abajo de las caderas. Después, mantén la espalda plana, avanza y retrocede moviendo las manos y pies opuestos al mismo tiempo.

Sentadilla dividida búlgara

Un ejercicio unilateral es la división búlgara que se enfoca en los cuádriceps y los glúteos para mejora la estabilidad de pies a cabeza.

Para hacer este ejercicio debes ponerte de pie de espaldas a un banco o una silla. Coloca los dedos de tu pie izquierdo en el banco detrás de ti. En seguida, mantén el torso en posición vertical, baja tu cuerpo hasta que tu muslo derecho esté paralelo al suelo. Haz una pausa y después vuelve a subir a la posición inicial. Realiza repeticiones similares en las dos piernas.

Entrenamiento funcional: elevación de cadera

Este ejercicio te puede ayudar a contrarrestar las consecuencias de pasar la mayor parte de tus horas del día en una silla. También, tus isquiotibiales se verán beneficiados.

¿Cómo hacerlo? acuéstate boca arriba en el suelo con los brazos a los lados, el pie derecho doblado y el pie izquierdo extendido. Sin ayudarte de las manos, empuja con tu pie derecho y eleva tus caderas hasta formar una línea recta desde la rodilla hasta los hombros. Haz una pausa y luego regresa a la posición inicial. Haz repeticiones iguales en las dos piernas.