El dharma yoga es una práctica espiritual que combina el conocimiento ancestral del yoga con un enfoque en el propósito de vida y el desarrollo personal.
Esta disciplina, creada por Sri Dharma Mittra, busca integrar mente, cuerpo y espíritu a través de posturas físicas, meditación y principios éticos, ofreciendo un camino hacia la autorrealización y la paz interior. Hoy te contamos cuáles son sus beneficios y 5 posturas clave, ¡sigue leyendo!
¿Te gustaría saber más? Comienza ya el curso de yoga infantil + coaching deportivo.
Índice de contenidos
¿Qué es el dharma yoga?
El dharma yoga es un sistema holístico que se basa en las enseñanzas del yoga tradicional, incorporando elementos de Hatha-Raja Yoga. Su fundador, Sri Dharma Mittra, un reconocido maestro de yoga, lo concibió para guiar a los practicantes hacia el conocimiento de su verdadero ser y su propósito en la vida, conocido como “dharma”.
Esta práctica se centra en el autodescubrimiento y el servicio a los demás, promoviendo la compasión y el amor universal.
Beneficios del dharma yoga
Practicar dharma yoga ofrece una amplia gama de beneficios físicos, mentales y espirituales:
- Fortalecimiento físico y flexibilidad. Las posturas del dharma yoga ayudan a tonificar y estirar los músculos, mejorando la fuerza y la flexibilidad del cuerpo.
- Equilibrio mental. A través de la meditación y la respiración consciente, el dharma yoga fomenta la calma mental y la reducción del estrés.
- Crecimiento espiritual. Esta práctica invita a los practicantes a explorar su propósito de vida y a cultivar una conexión más profunda con su ser interior.
- Mejora de la concentración. La atención plena desarrollada durante la práctica ayuda a mejorar la concentración y el enfoque en la vida diaria.
- Desarrollo de la compasión y el amor propio. El dharma yoga enseña la importancia de ser compasivo con uno mismo y con los demás, promoviendo un sentido de unidad y amor universal.
Principales posturas del dharma yoga
En el dharma yoga, las posturas se practican con atención plena y se combinan con técnicas de respiración y meditación. A continuación, te contamos algunas de las posturas clave de esta disciplina:
Postura de la rueda (Chakrasana)
La postura de la rueda, conocida como Chakrasana, es una postura avanzada que abre el pecho y fortalece la columna vertebral.
Ayuda a aumentar la flexibilidad y a liberar tensiones emocionales acumuladas.
Postura del pez (Matsyasana)
La postura del pez, o Matsyasana, es una posición de apertura que estira los músculos del cuello y el pecho.
Es excelente para mejorar la postura y aliviar la tensión en la zona cervical.
Postura del arco (Dhanurasana)
Dhanurasana, o postura del arco, es una postura que fortalece la espalda y mejora la flexibilidad de la columna vertebral.
También estimula el sistema digestivo y ayuda a reducir la fatiga.
Postura del guerrero (Virabhadrasana)
La postura del guerrero, conocida como Virabhadrasana, es fundamental para mejorar el equilibrio y la concentración.
Fortalece las piernas y la parte superior del cuerpo, mientras infunde una sensación de fuerza y determinación.
Postura del arado (Halasana)
La postura del arado, o Halasana, es una postura invertida que estira la columna vertebral y calma el sistema nervioso.
Es beneficiosa para aliviar el estrés y mejorar la digestión.