La termoterapia es el uso de calor para tratar lesiones o dar terapias. Hay diferentes maneras de aplicarla y, generalmente, su objetivo busca un efecto sedante y relajante. Por dicha razón, en el ámbito deportivo se usa constantemente. ¿Te gustaría saber las diferentes técnicas de empleo de esta terapia? Sigue leyendo, te lo contamos a continuación. O, aprende de manera profesional con nuestro Máster en Tratamiento de Lesiones.

¿Cómo se aplica la termoterapia?

Las técnicas de termoterapia usan diversas formas de calor como curación, ya sea en sólido, semilíquido o gaseoso. Es considerada termoterapia cuando la temperatura del elemento que se utiliza es mayor a la del organismo. El máximo de temperatura dependerá de la sensibilidad térmica de la persona.

Generalmente, las aplicaciones varían entre 10 a 30 minutos, aunque todo cambiará según la técnica específica que se aplique. Además, debe hacerse de manera discontinua, dejando un tiempo en reposo, para que la temperatura de la zona no aumente excesivamente. Así no habrá efectos indeseables, como mareos provocados por la baja de tensión del calor.

Según la técnica utilizada es que se deberá aplicar sobre la piel aire caliente, lámpara de infrarrojos o algún paño, si es el caso de un sólido o semilíquido. Con esto se evitará reducir el riesgo de quemaduras.

Técnicas de aplicación de la terapia con calor

Existen diversas formas de aplicar calor. A continuación, te presentamos las más comunes:

  • Sólidos: las mantas eléctricas, los sacos o hot-packs se utilizan en la termoterapia. Estos últimos se calientan en el microondas y guardan el calor unos 15 o 20 minutos. Se usan cubriendo la zona afectada con una toalla, y se pueden adaptar en regiones como el hombro o cuello.
  • Semilíquidos: en este tipo de técnica se usan los fangos, lodos o parafinas. Se aplican en consulta, y también son adaptables a diferentes regiones del cuerpo.
  • Gas: hay algunos secadores especiales que alivan el dolor en algunos casos. Sin embargo, lo más recomendable para aplicar en casa en el uso de sólidos y otros variantes como el vapor de agua (sauna).
  • Radicación: la lámpara de infrarrojos o microondas se suele aplicar en consulta.

Tratamiento de lesiones con calor

Se recomienda el uso de la termoterapia en contusiones musculares y articulares después de la evolución aguda. Lo mejor es aplicar hielo y, después de las primeras 48-72 horas, poner calor. Si la zona está roja, caliente e hinchada, es decir, hay inflamación, está contraindicado aplicar calor, al contrario, se deberá de poner frío.